La transpirabilidad se define como la capacidad que tiene un material para que el vapor de agua lo atraviese. El cuerpo humano en reposo, produce unos 0,75 L (2.500 g/m², 24 h) de agua al día en forma de vapor y cuanto más activo sea el uso de un ambiente en concreto, más aumenta esta producción de vapor de agua por persona y por tanto la necesidad de regular la cantidad total dentro de este ambiente.
Un símil de este fenómeno es la piel humana: cuando nos duchamos, el agua no entra dentro nuestro cuerpo, pero en cambio, cuando tenemos un exceso de temperatura dentro nuestro, el cuerpo produce el sudor a través de los poros de la piel, para disipar el exceso de temperatura. Esta debería ser una cualidad imprescindible de las soluciones y materiales en bioconstrucción usados para la construcción de los edificios donde vivimos y trabajamos para conseguir un nivel de confort higrotérmico correcto al interior; impedir que el agua entre desde el exterior hacia el interior y a la vez permitir que el vapor de agua en exceso salga hacia el exterior. Un exceso de humedad en el interior de los edificios aumenta las posibilidades de contraer enfermedades respiratorias, pulmonares y agravar las reumáticas, cuando hay una exposición prolongada.
¿Y todo esto como se materializa? En general todos los materiales naturales tienen esta propiedad y si se utilizan en la construcción nos pueden ayudar a evitar estas consecuencias y mejorar el confort interior de les casas sostenibles. La cal tiene su origen en la roca caliza, requiere poca energía para su obtención y es transpirable. Es una buena opción de acabado para materiales que necesitan transpiración para ser durables como la paja, evitando que esta se pudra. La arcilla es otro material transpirable capaz de acumular calor. Es el componente principal de la técnica del adobe, el ladrillo hecho de arcilla+arena+paja prensado y secado al sol y del tapial: muro de tierra comprimida a base de arcilla, grava y cal (técnica comentada en el post anterior).
La madera usada como material de fachada también tiene la propiedad de transpirabilidad necesaria para regular la humedad aparte que es un material 100% renovable, aspecto que lo hace muy interesante en bioarquitectura. Nos encantará que compartas tu opinión porque nos interesa mucho tu respuesta. Si quieres que escribamos sobre algún otro tema que te interese, será un placer poder hacerlo. Si has encontrado valioso este artículo, compártelo para que más gente lo pueda disfrutar. ¡¡Mil gracias!!